Alguien dijo alguna vez que si tu perro está gordo es porque no haces suficiente ejercicio.
Así que no es una sorpresa que mientras los humanos se hacen más y más gordos, los perritos están ganando kilos también.
"Es muy probable que la gente que tenga sobrepeso y tiene un perro, el perro también tendría sobrepeso", dijo Victoria Stilwell, entrenadora de perros y autora de "Fat Dog Slim: How to Have a Healthy, Happy Pet".
Más del 34% de los estadounidenses son considerados obesos, según el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud. Muchas evaluaciones dicen que un 40% de las mascotas tienen sobrepeso.
"Un perro con sobrepeso demuestra un descuido del propietario. Hay presión en los huesos, el corazón y los órganos. Simplemente no es agradable", dijo Stilwell.
"Si un perro no hace ejercicio pueden ocurrir problemas de comportamiento como ansiedad, muchos mordiscos, destrucción o ladridos excesivos", añadió Stilwell, que presenta el programa de televisión de Animal Planet "It's Me or the Dog".
"Entender realmente al perro hace el entrenamiento más fácil", dijo Stilwell, que trata de ver el mundo desde una perspectiva canina.
"Para ellos es raro estar viviendo en nuestro entorno doméstico. ¿Por qué no pueden ir al baño donde quieren?, ¿por qué no pueden saltar, ladrar?, ¿por qué no pueden morder?", comentó.
Stilwell dice que Sadie, su Labrador Retriever, es la prueba viviente de que un perro gordo puede adelgazar.
"Cuando rescaté a mi perra hace dos años estaba extremadamente gorda. Tardé un año en introducirle una dieta de muy buena calidad y ejercicio para quitarle nueve kilos", explicó.
Sugiere que el ejercicio tiene que adaptarse a la raza.
"A un Labrador Retriever le va a gustar traer cosas. Los perros salchichas hacen túneles. Y los terriers quieren negociar para jugar. Si el perro es un cazador se puede esconder juguetes en el jardín", dijo.
El doctor Nicholas Dodman, veterinario y experto en comportamiento animal en la Escuela Cummings de Medicina Veterinaria en la Universidad de Tufts, en Massachusetts, afirmó que la comida y el ejercicio son el yin y el yang del cuidado de las mascotas.
"Es un problema de estilo de vida que lleva a una especie de depresión mental", dijo. "El perro, que está en casa, a veces solo con muy poco que hacer, se aburre y se deprime. Comer se convierte en el único placer de su vida", agregó.
Dodman, autor de "The Well-Adjusted Dog", culpa a los propietarios. "El perro no tiene cinco dedos, no puede ir a la nevera y sacar una empanada de cerdo en medio de la noche. Come lo que uno le da", afirmó.
Su lema es: un perro cansado es un perro bueno.
"Es tarea del propietario darle un mínimo de 30 minutos de ejercicios de cardio", dijo.
Dodman dijo que los felinos también necesitan 30 minutos de juego diario.
Pero al contrario que sus colegas propietarios de perros, la gente que tiene gatos sedentarios puede quedarse quieta.
"No hay que estar alrededor. Se puede hacer brillar una luz láser o lanzar una pelota de ping pong. Los gatos perseguirán cosas que se mueven", explicó.
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